Si alguien te habla de una ceremonia de boda civil sin lugar a duda te destacará lo “emotiva que fue”. Y no te miento cuando te digo que una boda civil puede llegar a ser muy emotiva.Si tienes que preparar un discurso de boda este es tu articulo.

La ceremonia civil es en sí muy rápida. En realidad, es la lectura de una parte no muy extensa de nuestra Constitución Española. No obstante, deja mucho juego a los novios. Ya que pueden realizar rituales y vivir momentos únicos.

Uno de los momentos más emotivos es la participación de amigos y familiares en la ceremonia. Ahí los invitados abren su corazón a la pareja y resto de personas allí presentes.

Por eso, si tienes que preparar un discurso para la boda de algún familiar o amigo te doy unas pautas para que salga redondo. Podrás ir con los nervios templados y una buena historia que contar.

 

Implicar a los dos miembros de la pareja en el discurso

 

Normalmente quien habla suele ser amigo del novio, amiga de la novia… y quizás solo se centre en dirigirse a ese miembro de la pareja en particular.

Intenta recordar algún comentario que te hayan hecho acerca del otro. O algún momento que tu mismo hayas vivido con ambos.

Con ello conseguirás implicar a la pareja y que todos los invitados estén atentos a tus palabras. No solo aquellos que pertenecen a los invitados del novio  o de la novia.

 

No es momento para discurso profundos

 

Si tienes en mente un discurso profundo sobre la vida, el amor, el matrimonio… déjalo para otro momento.

Los discursos profundos los debes dejar para el mensaje del rey en Navidad

Con un discurso de este tipo. Cargado de frases e ideas profundas solo vas a conseguir una cosa: que todo el mundo, incluido los novios, desconecten de lo que estás diciendo.

Has estado días preparando y ensayando ese momento. No puedes permitir que tu esfuerzo (y los nervios propios que seguro tendrás) no lleguen a nadie porque no te están escuchando.

 

Prioriza la alegría

 

Las bodas civiles son muy emotivas. Ya lo he indicado al principio. Pero eso no quiere decir que tu discurso tenga que hacer llorar a los invitados. A los novios e incluso al maestro de ceremonias.

Una boda es alegría. Momento de celebración. Aunque sea un llanto emotivo si lo puedes evitar mejor.

Cuenta anécdotas, historias de patio del colegio. Relatos que te ayuden a mantener la atención de los invitados y sobre todo que sean alegrías.

Ojo. Que hay novios e invitados muy sentimentales. Solo con los nervios del momento romperán a llorar. Con esto no puedes hacer nada.

 

No leas el discurso

 

No hay nada más aburrido que escuchar leer a alguien durante 5 o 10 minutos.  Y es por un motivo muy básico.

Cuando lees mantienes en casi todo momento un tono neutro. Lo cual hace que el celebro desconecte.

Para ello lo mejor es practicar y practicar ese discurso. Cuando llegue el momento te saldrá solo. Quizás no al pie de la letra. Pero si con un tono más natural.

Darás lugar a pausas naturales que te servirán para involucrar más a los novios y los invitados. Volverlos a enganchar a tu historia.

Otra ventaja que te hará el proponerte no leer el discurso a al pie de la letra es que tendrás menos nervios. Habrás ensayado en casa y te sentirás más cómoda cuando llegue el momento.

 

Discurso de boda

 

Llévalo por escrito

 

Aunque lo memorices todo nunca dejes tu discurso al azar de tu memoria. Los nervios te pueden jugar una mala pasada y no es eso lo que queremos.

Lleva el discurso por escrito. Resalta en negrita o con texto más grande las partes más importantes que no quieres olvidar.

Así te será más fácil seguir la historia.

 

Y sobre todo disfruta el momento. Si los novios te han pedido que digas unas palabras es porque eres parte muy especial de su historia. Y solo con eso ya debes sentirte afortunada.

Un abrazo.

 

Trini.

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