
Estamos agradecidísimos a cada novia que llega y a todos los que cada día nos recomiendan.
En dos años hicimos más de 300 bodas y hasta ¡salimos en Vogue! ¡Qué locura!
Eso nos abrió los ojos a que habíamos encontrado nuestro destino
Mi producto favorito.
Si duda las mermeladas de fresa y tomate son mis preferidas. Mi historia de amor con ellas no termina porque cada encargo trae anécdotas tan del corazón que las quiero transmitir en todas las que hacemos.
Puedes ver aquí que lo que te digo es verdad 😉
Como todo lo bueno, ya lo llevaba en los genes.

Soy hija de emprendedor, mi padre, era un gran luchador que ha caído varias veces pero ha resurgido y nos ha sacado adelante a todos y con nota
En 2012 lancé mi primer proyecto de apadrinamiento de cerezos y después planeé otras ideas con mi marido, pero no salieron porque el destino nos tenía preparado algo mejor. A mi marido y a mí siempre nos ha hecho ilusión tener algo propio.

Se nos ocurrió la idea de incorporar productos artesanos de la zona, haciendo mermeladas, mieles y chocolates. Lo veíamos el trabajo más bonito del mundo potenciando el talento de la zona y vendiendo algo sin intermediarios para poder garantizar la máxima calidad. Eso siempre ha sido nuestra máxima.
Íbamos despacito como todos los negocios, pero cuando ya se desbordó. En el verano del 2016 tuve que trasladarme a una nave contigua.
Mi padre era como que no acaba de creerse que yo tenía una empresa e iba creciendo, y mi madre me cuenta que le decía “esta chiqueta no para…”. Él me enseñó a ser muy humilde, cercana, muy trabajadora, quizá eso no se aprende, se es o no se es y lo llevo grabado.
Ahora allí trabajamos mi hermana, y a ratos mi madre. Así que hacemos un trío de mujeres muy bueno.
Un proceso personal, familiar, personalizado y artesano, poniendo todo el cariño del mundo como si fuera para nosotras.


LO QUE LLEVAN LOS TARROS PERO NO SE VE
Con cada encargo quiero transmitir que se note que es artesano, cercanía, que sientan que hay parte de mí en la delicadeza en cada tarro, en lo perfectos que han quedado por todo el amor que he puesto al hacerlo, aunque hayan sido 200 tarros.
Me imagino a las novias diciendo WOW ;-), que bonitos. Muchas de ellas me escriben inmediatamente por whastapp y me lo dicen.
“Lo que más feliz me hace es esos mensajes que recibo cuando les llega el pedido a su casa, y me dan las gracias por el trabajo tan bien hechos y se sienten tan bien, tan queridas, tan entendidas…están felices, que a mí me hace enormemente feliz, no pienso ni en beneficio ni nada y me motiva a seguirle dedicando cada minuto a todo esto.”
Trini